Ingmar

Un sistema de iluminación que permite percibir la oscuridad absoluta. Una monumental estructura del tamaño de una pantalla de cine que la contiene, mientras aún podemos ver el resto de la sala. Una película ciega, el silencio de Ingmar Bergman ocurriendo en el propio sistema perceptivo.

Al ingresar a la obra, la que genera un plano de oscuridad absoluta, el espectador va experimentando el acostumbramiento del ojo y paulatinamente así va apareciendo el espacio. Esto permite la posibilidad de percibir la estimulación visual y la ausencia de ésta, en un mismo espacio, dando cuenta del rango de operatividad de la visión, enunciándola como un sistema.

En palabras del propio artista: “Cuando entras en la sala apenas puede ver. Luego de unos segundos el ojo se comienza a ajustar a la oscuridad y un monumental rectángulo negro comienza a aparecer. En un momento se puede ver la habitación, pero la espalda de la pantalla es percibida como oscuridad siempre para el ojo. Lo que ves en la pantalla es tu propio sistema perceptivo, tu cuerpo convirtiéndose en el cinematógrafo proyectando tu propia película ciega.”

Paralelo a esta experiencia, el proyecto INGMAR contempla la producción textual en torno a la muestra, parte que cuenta con la participación de tres escritores con diferentes enfoques: Tomás Cóhen, Carlos Soto y Pablo Corro. Cada uno escribirá un texto sobre la muestra, los que serán incluidos en la publicación de un afiche/invitación plegable, planteado como una plataforma de análisis y diálogo en torno al tema.

Este proyecto cuenta con el apoyo de FONDART.

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