Daniela Rivera: “Chuquicamata se transformó literal y metafóricamente en una mina a tajo abierto en mi práctica artística”

  • Hasta el 21 de abril se podrá visitar la muestra “Donde el cielo toca la tierra”.

 

  • La artista trabaja en este proyecto desde 2015, en el que representa a la ciudad de Chuquicamata y explora conexiones que se crean con la tierra, a través del trabajo minero.

Santiago 19 de marzo del 2024 – Hay proyectos que parten de la investigación y visitas a terreno, y que terminan en una mina a tajo abierto. Así explica la artista chilena Daniela Rivera (Santiago de Chile) el proceso creativo de su exposición “Donde el cielo toca la tierra”, que estará hasta el 21 de abril en Matucana 100,  y que tiene como protagonista a la ciudad y los habitantes de Chuquicamata.

“Llevo trabajando en este proyecto desde 2015 y hasta el día de hoy sigo encontrando nuevas ramas de investigación que explorar. Fue, en un principio, una excusa para volver al norte, a mis primeros años y a conectar episodios de violencia estructural que trascienden desde lo macro y global hasta los más íntimo del espacio doméstico”, cuenta Rivera. Y añade: “Chuquicamata se transformó literal y metafóricamente en una mina a tajo abierto en mi práctica artística, una que no para de crecer. En un comienzo, iba a ser un proyecto pictórico y de paisaje, y hoy es un proyecto que cubre historia política, historia oral e íntima de la población de Chuquicamata, problemas de migración laboral, repercusiones de conductas y subjetividades coloniales, homenaje a las miles de vidas que se dedicaron a la explotación del mineral y la construcción de una ciudad que hoy está enterrada bajo la misma mina que la originó”, cuenta Rivera.

En la muestra, tres instalaciones ofrecen un panorama del trabajo de la artista. Las pinturas topográficas de manos y torsos de mineros, que funden el retrato con el paisajismo. El paisaje, representado como un “documento vivo” de Chuquicamata. Y las pinturas a gran escala que están acompañadas de fotos, sobre las cuales ha inscrito pasajes de las entrevistas que realizó a antiguos habitantes de Chuquicamata, las cuales exploran las conexiones físicas y emocionales que se crean con la tierra a través del trabajo del minero Pinturas que, explica, son importantes para su trabajo artístico ya que es la primera vez que regresa a la figuración después de un paréntesis de 20 años.

“Entre heroísmo y autoflagelación, el trabajo y la industria minera forman parte de nuestra vida en forma muy íntima, tanto a nivel regional como global. Conduciendo la investigación para este proyecto, comencé a escarbar historias familiares que acentuaron lo compleja que es nuestra relación con la industria minera”, cuenta Rivera, quien recibió su BFA de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1996, su MFA de la Escuela del Museo de Bellas Artes de Tufts (Boston) en 2006, y que actualmente es profesora de Arte de Wellesley College.

“En mi primer viaje a Chuquicamata, tomé el bus de Codelco para visitar la mina y la ciudad. El bus iba lleno, pero yo era la única “turista”; la mayoría de las personas eran ex habitantes chuquicamatinos que volvían al norte a visitar su ciudad, a ver si sus casas ya estaban bajo tierra o aún no. Esto cambió mi proyecto en forma inmediata y empecé a realizar entrevistas a personas que vivieron allí y fueron parte del proceso de reubicación de la ciudad. De alguna forma la memoria y migración se transformaron en problemas centrales de este trabajo. En nuestros diálogos, las palabras siempre se quedaban cortas y el lenguaje corporal daba acceso físico a la memoria del lugar. Los gestos, y el cuerpo se transformaron entonces en territorio y paisaje”, afirma la artista.

En esta muestra, además, Daniela Rivera trabaja junto a la arquitecta Paula Araya, al colectivo Gente de Tierra y al artista argentino Javier Bustos en una instalación inmersiva activada con sonido interactivo.

“Les invito a tener un momento de recogimiento y habitar memorias de Chuquicamata y las complejidades que unen territorio, oficio, identidad, y memoria. No pretendo decir que la exposición cubre todo esto pero es una de mis aproximaciones a estas complejas relaciones”, finaliza la artista.

 

Donde el cielo toca la tierra

Del 13 de marzo al 21 de abril | Galería Concreta

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* Recorrido con la artista: Sábado 16 de marzo a las 19 hrs. Gratuito, previa inscripción